viernes, 5 de abril de 2013

Se precisa reflexión: Amazon.es y el Bulling silencioso a los escritores Indies



Se precisa reflexión. 

De un tiempo a esta parte llevamos observando una nueva praxis, sutil, silenciosa, manipuladora y feroz especialmente en el portal AMAZON ESPAÑA, que comienza a ser paradigma de este tipo de estrategias por la espalda, especialmente contra las obras de escritores independientes. 

Al inicio del fenómeno, porque lo es, mal que les moleste a algunos, de la aparición del portal español y con él la entrada en catálogo de las obras al margen de las editoriales; esto es, las obras de escritores indies, comenzaron a escucharse las primeras críticas centradas en menospreciar el trabajo y el esfuerzo de dichos escritores; que, no olvidemos, lanzaban al mercado obras de las cuales el sector editorial ni controlaba, ni ,claro está, se beneficiaba de ellas. Al principio nos ignoraban. Decían que el E-book tardaría en implantarse, que los lectores, especialmente en el caso español y latinoamericano, tenían hábitos definidos y que aquellos que vendíamos exclusivamente material en digital estábamos condenados a la marginalidad. Lo cierto es que inicialmente fue así. Cuando tratabas de publicitar tu obra y decías que solo estaba disponible en digital había cejas fruncidas e inmediatamente preguntaban si se podía conseguir en papel o, amablemente, declinaban su interés por la obra hasta que no fuese material impreso. Sin embargo, pronto la cosa cambió y la tendencia creció de manera tan exponencial que hoy no es raro encontrarse comentarios dirigidos hacia las editoriales de lectores que preguntan si tal o cual libro impreso tiene su versión en ebook. Las propias editoriales, que ni siquiera reflejaban en muchos casos en sus contratos los derechos de explotación digital, porque los creían menores, hoy es lo primero que quieren cerrar, ya sea para explotarlos ellos, ya sea para que el autor no lo haga.

Decían, a fin de cuentas, que nuestro peso sería ínfimo, que no representábamos ni el 1% de la tendencia consumidora de literatura, que nos cansaríamos o, imagino, tenían la confianza de que el sistema nos absorbería y que ellos seguirían controlando el sistema. Sin embargo, esto no fue del todo así. Bajamos los precios y seguimos escribiendo de manera independiente a pesar de las tentaciones por parte de una industria que pronto le vio las orejas al lobo, aunque se esforzó por dar el mensaje contrario. Hablo de los escritores independientes en su mayoría, no de Vilches&Charro en particular, quiero que quede claro.

Fue entonces cuando empezaron a oírse las primeras críticas con cierto grado de visceralidad especialmente desde medios y personas cuyos intereses estaban muy relacionados con el actual sistema editorial: 
La puñalada venenosa se centró directamente en los autores.
Nos acusaron, primero, de ser escritores frustrados, renegados, de segunda. Autores que al no encontrar su hueco en las editoriales mendigaban cual perroflauta sus miserias por la red. Que no teníamos la calidad suficiente para pasar el filtro editorial y nos dedicábamos a vender por las esquinas de la red obras que daban vergüenza ajena... pero resulta que esas obras se colocaron en las primeras posiciones de los rankings, desplazando a los autores más consagrados y conocidos y a las editoriales más potentes. Amazon se convertía entonces en territorio Indie.

El segundo ataque, directo a los autores, que ya nos habíamos abierto un hueco y que por lo tanto ya NO éramos los parias del sistema, sino quienes estaban cosechando las mejores estadísticas, fue insistir en la mediocridad de las obras. Se nos acusó de llenar el mercado de miseria literaria, de obras de mala calidad, por eso eran baratas (en ese silogismo pretencioso de que lo bueno debe ser por naturaleza caro), se nos acusó incluso de atacar el libro impreso como forma de cultura y por lo tanto éramos algo así como terroristas literarios que íbamos a terminar con la cultura literaria de calidad. Que era IMPRESCINDIBLE pasar por el filtro de calidad que imprime una editorial, con la falacia que ello supone al mero sentido común: libros malos han existido toda la vida y TODOS han sido fruto de una decisión editorial, por lo que el filtro no es que sea infalible. Amén de que no hay que ser muy listo para saber que su concepto de "calidad" está directamente relacionado con la potencialidad de ventas y que dan luz verde a libros "que funcionan o podrían funcionar en el mercado". La prueba de esto es que durante este periodo asistimos a una paradoja del sistema: mientras se lanzaban este tipo de acusaciones, nos encontramos que muchas editoriales iniciaron un sistema de búsqueda y captación masiva de los autores y obras independientes que en aquel momento copaban las listas de más vendidos, sin importar género literario, tipo, nacionalidad, sexo, estado civil o creencias religiosas de sus autores (evidentemente todos desconocidos hasta la fecha). Lo que importaba era absorberlos, convertirlos al sistema. Parecía que las obras que hacía un instante eran deplorables, por arte de magia iban a ser todo un fenómeno literario (de hecho lo eran, de ahí su interés por ellas). Muestra, una vez más, del "flexible" concepto de calidad editorial.

La estrategia estaba bien pensada, por un lado se seguía atacando a los rebeldes, por otro se buscaba sumar a sus filas a los más punteros y que el sistema hiciese propio el éxito y la relevancia de dichos autores. 

Pero...
Ni todos los autores se dejaron seducir, ni eso alejó al resto de las lista, justo lo contrario. Muchos, animados por el repentino interés editorial en los indies se volcaron por completo en Amazon con la esperanza de llamar la atención y ser fichados. Avalancha de títulos, autores y oferta, para disfrute del personal lector. La cosa se les iba de las manos, así que la estrategia cambió de posición, o digamos, hubo que seleccionar un nuevo objetivo al que atacar. En este caso fue dudar de la fiabilidad del propio portal. Amazon, que ya había empezado a ser cuestionado en la fase anterior por ser ese espacio indeseable y sin criterio que permitía que "cualquiera" publicase centró entonces la rumorología de la web con una inmensidad de "malas praxis", trucos, engaños al sistema (que Amazon si bien no alentaba, permitía, según ellos) que usaban los autores para darse relevancia: que si comprábamos nuestros libros en masa, que si había estrategias para subir puestos en los rankings... y los comentarios, los benditos comentarios que tanto han dado que hablar: O nos comentaban familiares y amigos (los mismos u únicos que nos compraban, claro) o nos autocomentábamos e inflabamos nuestras estadísticas con ello. Es honrado admitir que todo sistema tiene sus lagunas y que Amazon las tenía, aunque ha sido muy severo castigando malas praxis, especialmente a los autores. Se decía que un autor podía falsear comentarios y hasta cierto punto era relativamente fácil (aunque mortificantemente engorroso) crearse cuentas "falsas" con las que entrar bajo pseudónimo y cascarte un comentario beneficioso. 
Lo que no se dice es que esa misma estrategia tiene el doble filo y que cualquiera puede dedicarse a hacer exactamente lo mismo para zumbar una crítica terrible al libro que le de la gana (una o cien, claro; hasta que se le agote la paciencia). Y si bien es cierto que lo primero ocurría, también ocurría lo segundo y mucho. No era extraño que un día apareciesen de golpe tres comentarios seguidos de los que llamo "destroyer". Solían aparecer, además, coincidiendo con momentos álgidos en los rankins. Se daba la sospechosa coincidencia de que cuanto mejor iba el libro, más rápido y en mayor cantidad y frecuencia aparecían estos comentarios asesinos. Tenéis muestras suficientes en la red de autores indies que afirman esta tendencia. Esos comentarios, eran además, particularmente hirientes, en algunos casos ya no contra la obra, sino contra el propio autor. En muchos, veladamente sospechosos de ser declaradamente inciertos ya que manifestaban no haber podido aguantar de leer ni el 10% del libro pero se extendían líneas y líneas en una valoración estilística y de argumento (alguien sensato realmente piensa que si un lector solo ha leído el 10% -pensemos en un libro estándar de 250 páginas equivalen a 25- puede decir que los personajes son planos, que el argumento es predecible o que copia descaradamente tal o cual obra clásica?? en serio? con 25 páginas!!).

Así que el recurso de bombardear a los escritores independientes con críticas que alejasen su atractivo del público lector nuevo fue hasta hace nada un recurso muy habitual. Hasta.... que Amazon zanjó esa práctica de manera contundente eliminando todo comentario sospechoso de ser un troll (probablemente identificando Ips) Así, de la noche a la mañana nos encontramos que muchos comentarios habían sido "borrados" (tanto positivos como negativos) y que resultaba imposible continuar "falsificando cuentas". 

Con todo, es de una lógica aplastante, siguieron llegando comentarios, tanto positivos como negativos a los libros, lo cual es básicamente natural. No conozco ningún autor con los pies en la tierra que no admita que su trabajo no puede gustar a todo el mundo, que lo que unos valoran muy positivamente (adjetivación, ligereza o densidad narrativa, diálogos, elección de personajes o trama, modos de cerrar la historia...) es lo que descontenta a otros. Que no se puede escribir a gusto de todos es una obviedad como un templo y todos los escritores (sensatos, ya digo) lo admitimos. De ahí que se encajen con dignidad las críticas desfavorables que siempre las hay. 
Las hay (críticas) y SIEMPRE, salvo casos flagrantes, las positivas suponen la inmensa mayoría de las críticas de CUALQUIER AUTOR y de CUALQUIER LIBRO; y eso es una realidad constatable y normal. 

A los lectores que comentan les suele gustar el material leído independientemente del género, autor, particularidades, etc. Cosa distinta es que que les guste, les guste mucho o les guste muchísimo. Los casos flagrantes en los que las  críticas negativas superan ampliamente a las positivas suele ser por casos que no pasan desapercibidos a nadie (faltan capítulos, hay un error de edición y el material no corresponde al título, es una traducción "googletranslator" y cosas así) y las denuncias vienen a señalar precisamente eso, no entran en la valoración estilistica. Porque el lector, señores míos, es en su mayoría generoso, comprensivo y amable y entiende que su valoración personal es eso, personal. La inmensa mayoría de los lectores ni siquiera comenta: leen, se guardan su opinión, la que sea, compran otro libro y siguen leyendo, porque las personas somos así. Nosotros hemos estimado que aparece un comentario por cada 100 libros vendidos. ¿Dónde está la opinión de los 99 restantes? Pues en su casa. Podemos pensar los autores utópicos que son fieles seguidores entusiasmados con nuestras letras, o aquellos del discurso destroyer hacer como Rajoy y apropiarse del silencio: no les ha gustado, pero no lo dicen. En ambos casos es una tremenda paja mental y la realidad sigue siendo la misma. Del 100% de comentarios al 80% les gusta (en más o menos medida) y al 20 restante no. Insisto: esto ocurre con cualquier libro y con cualquier autor. Todo entra en la más absoluta de las normalidades.

Pues bien, habiéndose castrado la posibilidad de inundar las fichas de los libros con críticas que desaniman a la lectura, tremendamente frecuentes antes, ahora parece que se ha encontrado un bulling silencioso. Los usuarios de Amazon tienen no solo la posibilidad de puntuar los libros y emitir sus opiniones, sino, además, poder valorar las opiniones que otros consumidores han tenido al respecto. Bajo la opinión vertida, Amazon pregunta "¿Le ha parecido útil este comentario?" y las opciones son SI y NO. En el listado de comentarios, Amazon entiende que los comentarios mejor puntuados (a los que se les cliquea el SI) son más interesantes, por lo tanto los coloca más visibles. Pues bien, la estrategia es la siguiente: Valorar positivamente cualquier comentario negativo (y negativamente cualquiera positivo) que tenga el libro! de esta manera, ya que no se puede inundar con nuevas críticas destroyer, se consigue que al lector nuevo le aparezca en el golpe de vista inicial todos los comentarios negativos que haya tenido el libro, lo cual desluce bastante: la idea es crear en el nuevo consumidor la sensación de que el libro no es bueno y que si anda en buenas posiciones debe de ser por algo raro. He comprobado personalmente que tal tendencia está en incremento, especialmente en el portal español y en la mayor parte de los autores Indies. Es deliberadamente una estrategia silenciosa, sutil, el último recurso que queda a quienes siempre hemos molestado; y resulta demasiado sospechoso que un libro con buen ranking y con 60 comentarios con 10 comentarios malos, sean precisamente esos 10 comentarios malos los primeros en aparecer (supuestamente por iniciativa y valoración de los propios usuarios). Es una incongruencia tan evidente que levanta las sospechas. Y mis sospechas son las de siempre (sospechas, que no acusaciones, porque es evidente que sin pruebas, y es imposible tenerlas, son indemostrables). Si a un lector le cuesta expresar su opinión, me cuesta trabajo imaginarlo paseándose por el resto de comentarios y cliqueando precisamente los comentarios negativos, que de un tiempo a esta parte han crecido exponencialmente en su "valoración de utilidad." 

Personalmente, creo que esta práctica sigue viniendo del entorno de aquellos que siguen teniendo intereses en el sistema editorial y a los cuales la existencia de un circuito y catálogo indie que se les escapa del control, del que no reciben beneficio, que copa en muchos casos la atención de los lectores (especialmente por al precio atractivo) y que en alguna ocasión desnuda sus contradicciones y faltas, sigue molestando... y en algún caso, puede llegar del propio mundo de los escritores y su ego, pues es factible pensar que los hay que canalizan así la frustración ante el éxito de terceros. No me cabe la menor duda de que el lector estándar poco tiene que ver con estas prácticas, aunque estas prácticas estén ideadas para seguir manipulando su criterio, para inducirle de alguna manera sobre lo que le interesa o debe interesar leer. 

Que los escritores independientes somos una realidad aparte del sistema, es un hecho. Que nuestro lugar en la conciencia y hábitos de los lectores cada día es más sólida, también. Que el sistema no nos han destruido ni absorbido, otra realidad que más vale que vayan aceptando. Que se tomen tantas molestias contra nosotros y nuestro trabajo sigue siendo la prueba irrefutable de que nos toman mucho más en serio de lo que quieren admitir. Que seguiremos trabajando en seguir ofreciendo libros de calidad, buenas historias a un precio asequible; que mantendremos nuestra dignidad como autores a pesar de lo que puedan decir de nosotros es algo que al menos desde Vilches&Charro vamos a seguir empeñados en defender y mantener. 

Para nosotros, llegados a este punto, ser indies es una cuestión de conciencia, casi de lucha de clase. Sabemos que van a seguir dando guerra, la cuestión es... 

Que nosotros también.


V&Ch

7 comentarios:

Unknown dijo...

Yo por mi parte espero ansioso tu cuarto libro, y no dejaré de comprar libros indies por unas cuantas opiniones negativas. Me gusta leer todas y cada una de las opiniones escritas, no me fijo en las opiniones destacadas, ya que no todo el mundo tiene los mismos gustos y forma de pensar. puede ocurrir que una opinión destacada no me diga nada, pero una que se encuentre más desapercibida me resulte más útil. Personalmente, no hago mucho caso a si me resultó útil o no... He de admitir que habré dado mi opinión en dos o tres libros de todos los que he comprado en Amazon.

De todos modos, suelo usar mucho foros dedicados a la lectura y la página Goodreads (que curiosamente acaba de ser comprada por Amazon).

Las editoriales no se han dado cuenta que de en su mundo está pasando lo que ya ocurrió en el de la música y el cine.

Por mi parte, espero firmemente que sigan apareciendo nuevos libros indies que tengan, como mínimo, la misma calidad que los que ya he leído.

Y...¡Saca ya el cuarto libro! ;D

-Bess- dijo...

Soy una persona de las que leen desde siempre, bastante exigente con mi lectura, leo de todo, desde clásicos a futuristas :P y lo siento, pero viendo lo que vi, y leyendo lo que leí, hasta hace poco diría que la mayor parte (o gran parte), de autopublicados no tenían consistencia ¡sin sostén literario, de contenido o de lenguaje! Y sí, algunos daban vergüenza ajena (algunos siguen dándola). Por suerte, está cambiando el concepto de autopublicarse, más autores apuestan por ello debido a los contratos abusivos de las editoriales, y cada vez hay mejores obras indies.

Respecto a los comentarios... lo comento con amigos y familiares, "¡leí un libro buenísimo!" "este está bien va de esto y lo otro." ... pero por internet, en amazon, en foros sobre libros, o incluso en mi blog, tan sólo comparto cuando realmente, realmente hay algo que me entusiasme, que quiera gritarlo a los cuatro vientos y todo el mundo se entere, del palo de "este libro se merece un altar. Arrodillaos y adoradlo". Nunca en el caso contrario, no nombraré un libro que se merece que lo entierren en el pozo más profundo, a no ser que me pregunten.

Sin embargo, me encantan los comentarios de los demás y, cada vez con mayor frecuencia, cuando quiero leer uno y estoy insegura, busco reseñas en blogs y leo comentarios de la casa del libro y amazon (y goodreads). Pero tengo una norma <>. A veces ocurre, pero un comentario super-entusiasta, sin sacar algún defectillo, algún "pero", algún "quizá si..." Ahí es cuando sospechas que lo hizo el autor, o en su defecto, su mejor amigo :P Por suerte tampoco me fío de los comentarios destroyer. Si no te gusta algo, está bien, pero realmente los machacones se ven a distancia: si no te gusta un libro, haz una crítica CONSTRUCTIVA; opina desde tu punto de vista, y convéncenos de por qué no deberíamos dañarnos los ojos con esa obra. Por desgracia ni siquiera saben criticar con gracia y salero.

PD. gracias por aclararme por qué obras malísimas de gente que había desistido de perseguir a editoriales, fueron compradas por éstas.

Por lo demás, perdón por el comentario random que no aporta nada. Pero me quedé a gusto xD y me aclarasteis varias cosas.

Libros y lobos dijo...

No conozco las visicitudes del mundo editorial, pero me apena que la respuesta ante un tipo de presión cierta sobre su modus vivendi sea tachar al cambio como enemigo y procurar librarse de él. Uno debería saber reconocer (porque es su trabajo) qué tendencias son pasajeras y cuales son permanentes. El e-book tardó en llegar, pero llegó, y yo, un simple y patoso usuario, sabía que al principio, el cambio sería lento, parsimonioso, porque son pocos los que se prestan a experimentar nuevos campos, ya que no son tierra segura y siempre hay riesgo de fracaso. Pero una vez se afianzó esta nueva plataforma, el formato digital, quiero decir, y los portales como amazon se hicieron hueco, era terreno abonado por quienes tuvieron los santos huevos de experimentar para dar brotes buenos y verdes. Y ahí es donde una editorial con cabeza ve venir el asunto y se apunta, busca formas de orientar velas para navegar a favor de viento. ¿Que debe reorientar la dirección del velero? Bueno, pero no zozobra, hombre, que en estas épocas se trata de seguir a flote.
La política de sacar pasta a cualquier precio es tan absurda como la propia frase. No puedes ganar dinero si te cuesta dinero. Si tu propia forma de entender el negocio es inflexible, estás condenado a estancarte y yo veo que estos intentos de boicotear los nuevos tiempos no son sino los últimos coletazos de una bestia moribunda... moribunda porque ellos quieren, porque no se dejan llevar por la corriente, porque son buenos capitanes y se hunden con su barco. Vamos, que me da igual el motivo. El caso es que se van a hundir antes ellos que cambiar la marea. El autor ahora compra mucho e-book y compra barato, es así. Sólo queda una resma de grandes compradores de muchos libros caros. Yo no tengo e-book, pero es cuestión de que un día vea uno y me lo compre, así de sencillo. El día que haga eso, empezaré a comprar por amazon y en formato digital. Seguiré comprando en papel, por supuesto, eso es algo de lo que tampoco se enteran las editoriales, que es a lo que iba yo al principio, que las nuevas tendencias no son el diablo, ni siquiera son el enemigo, son un hermano pequeño que le ha salido al formato en papel, y que tiene tanto derecho a crecer y ser cuidado como el que más.
En fin, ingenuos fraticidas frustrados.
Vosotros a lo vuestro, chico. Lo importante es la pasión y el convencimiento, lo demás, parafraseando al gran Oliver Reed (al gran y beodo Oliver Reed) son sombras y ceniza.

Unknown dijo...

Agradecemos comentarios tan extensos e interesantes en forma y contenido. Merecéis respuesta individualizada.

Oscar: tus impresiones como consumidor refuerzan cada una de los argumentos que se vierten en el blog. El usuario es crítico, es decir: sabe lo que quiere, lo que le gusta y no. Por regla general la influencia de las críticas ajenas es relativa, no necesariamente determinante, y, suele ser pasivo en la emisión de la suya propia. cuando lo hace, tiende a ser positivo. Ese es el comportamiento habitual en el lector, para ser honestos, de la mayoría de los lectores, nos escritores no tenemos conciencia más allá de saber que se han comprado el libro. Por eso ciertas actitudes especialmente enconadas a machacar un trabajo, siempre resultan sospechosas, e insisto: no hablo de opiniones negativas en general sino de aquellas que usan ese tono hiriente o entran en evidente contradicción, como las que citaba. Ahí encuentras un interés que va más allá de emitir una opinión. Hay un esfuerzo añadido. La pretensión de este post era señalar quiénes pueden estar detrás de ese esfuerzo añadido, especialmente en el caso de la literatura independiente, porque es una práctica que ha ido observándose a lo largo del tiempo. La presencia de los escritores independientes no supone ninguna molestia al lector ya que solo aumenta la oferta de títulos y por regla general la inversión es menor que la de un café por la mañana, así que esa visceralidad negativa hacia los títulos independientes que además se reactiva y aumenta proporcionalmente al "exito" del libro o del autor en cuestión nos llega fundamentalmente de dos vías, o el entorno de quienes tienen intereses en el actual sistema editorial o de otros autores independientes o su entorno cercano. Lo que ocurre es que al utilizarse los medios disponibles para el lector se busca ofrecer la imagen de que es el lector quien realiza esas críticas. E insisto, no hablo de opiniones negativas en general sino de ciertas opiniones negativas o de ciertas estrategias (como la de valorar positivamente las opiniones negativas para que sean las que aparezcan en pantalla, última estratagema, por lo que se ve, de este sector). son prácticas poco concebibles en el lector medio.

Unknown dijo...

Bess:

Tu aportación me resulta especialmente interesante, nada random ni gratuita, al contrario; y tocas varios palos que me gustaría señalar. Para empezar te doy la razón en la primera parte de tu aportación y en este sentido quiero segmentarla en dos partes: por un lado, literatura Independiente no debe ser asociada en ningún caso a Mejor o peor literatura, quiero decir, nos molesta que nos consideren escritores renegados o de segunda, pero igualmente falaz es defender que somos mejores. Al escritor y a la obra hay que juzgarlos de manera individualizada, no por ser indie o dejar de serlo la obra adquiere calidad o la pierde. Entrado en eso, hay escritores para todos los gustos y de todos los talentos e el universo indie.

Admitiendo eso, tienes toda la razón en señalar las deficiencia iniciales de los productos independientes. Creo, con sinceridad, que la avalancha de títulos como los que indicas tienen su origen en el "efecto llamada" que se produce cuando las editoriales empiezan a fichar en España a los autores independientes. todo aquel que tenía "algo" en el cajón lo lanzó por si sonaba la flauta. No es indie todo lo que reluce, debería decir.

Ser indie no es no tener editorial, es no quererla. Muchos de los autores en teoría independientes andan locos por fichar por una editorial, lo cual no me parece en absoluto censurable, pero si pervierte un poco la filosofía del escritor puramente independiente.

Teniendo en cuanto esto, Los autores indies hemos tenido que aprender a ser nuestros editores, nuestros correctores, nuestros maquetadores, publicistas... y a lidiar con un entorno hasta ahora desconocido, como era la edición en digital, el propio funcionamiento de las plataformas. Hemos tenido que aprender y aprender en muchos casos de nuestros errores. Como afortunadamente adviertes, cada vez la calidad es mucho mayor, tanto que a simple vista no se distingue una obra indie de una editada por el circuito.

Lo que el indie reivindica o lo que le aleja del circuito es el abuso editorial. Al ser la única via hasta ahora de poner en circulación un libro, los autores teníamos que tragar con prácticas y contratos abusivos. el monopolio se ha acabado y eso es bueno para todos. Luego, el lector decide qué obras merecen la pena y cuales no. Solo que el filtro antes estaba en la editorial y no siempre el filtro responde a una calidad literaria, sino de mercado, Ahora está en el lector y solo en el lector.

Quiero añadir que entendemos la manera de actuar de una editorial, que es una empresa y busca su mayor beneficio. Apuesta por aquello que le garantiza un beneficio, no son ONGs. El problema es cuando se lanzan esos mensajes destructivos en un intento de frenar lo que por otro lado es imparable y es que el mercado del libro ya no les pertenece, se ha abierto, pero no parecen interesados en cambiar su política. Y cambiar su política, me temo, no es simplemente abrir una sección de títulos en e-book, sino, fundamentalmente cambiar drástica y radicalmente su relación con los autores y sus obras.

Dicho esto, tú misma pones de manifiesto que el actuar común del lector es básicamente pasivo y cuando lo es, tiende a ser para valorar y no para machacar. como ya he dicho, un autor asume no gustar a todo el mundo y las opiniones menos positivas. Comprobamos, no obstante que aspectos del libro que gustan a unos, no satisfacen a otros, por lo que tampoco un autor puede dejarse llevar mucho por eso. En muchas ocasiones una opinión negativa se sostiene en aspectos que precisamente han servido a otros para hacer una valoración negativa. La pregunta es ¿el "fallo" está en el libro? En cualquier caso, todo esto se asume de manera muy natural cuando detrás lo que hay es una opinión y no alguien que pretende valorar la verdad absoluta, como muchas veces encuentras.

Unknown dijo...

Bres 2a parte :P (no contaba con el límite de caracteres)


Si mencionamos el tema de los comentarios, no es por los comentarios en si, sino por detectar que se están usando como base de una estrategia de acoso y derribo mucho más general a un colectivo "molesto". Estrategia que, como planteo en el cuerpo del post, se observa desde lejos y ha pasado por muchas fases.

Esto tampoco quiere decir que TODAS las críticas negativas formen parte de una conspiración antindie orquestada por las editoriales, ni mucho menos. Sin embargo es curioso observar el caso español, especialmente, donde se sabe que las editoriales han frenado todo lo posible este fenómeno. Usaré como ejemplo nuestro propio caso. Sabrás que Amazon se construye a través de portales independientes locales, es decir, las listas, acceso, compra, formas cambian de un portal a otro y los libros se mueven de manera independiente de uno a otro. Es el mismo libro, pero está colocado de manera independiente en cada uno de los portales. De tal forma el mismo libro puede ser superventas en un país y tener 200 comentarios y en otro no tener ninguno y estar perdido en las listas, sin embargo el libro es el mismo; pues bien: el Enviado en USA tiene al día de hoy más o menos el mismo número de comentarios pero de muchísima mejor valoración que en España. El porcentaje de comentarios destroyer en España es alarmantemente alto en comparación con USA y lo gracioso es que en España se vende 20 veces menos que allí, por lo que la tendencia, solo por volumen de lectores, debería ser al contrario. Si el libro fuese taaaan obviamente malo, como pretenden hacer creer los comentaristas destroyer, los comentarios negativos deberían ser mayores en el portal que más libros ha vendido (por simple estadística), en este caso USA. Si nuestros colegas, familias y cercanos que según la rumorología son quienes dan las 5 estrellas a los libros de los indies, deberíamos tener muchos más en España que en USA y eso no es así.

Lo que argumento en el post y en estas respuestas se basa en más de dos años de experiencia en el terreno observando el comportamiento de los libros y sus lectores en diferentes portales y atendiendo al comportamiento de libros de compañeros indies muchos de los cuales están teniendo un notable éxito dentro y (sobre todo) fuera de España, con lo cual no son nada sospechosos de ser "malos escritores" y sin embargo la tendencia en España a sumar estrategias de desprestigio es cuanto menos delatora.

Por último, agradecerte la participación y la madurez con la que encaras tu crítica y comentarios de los libros en público, sean indies o no.

Blanca Miosi dijo...

Acabo de ver el enlace que dejaste en uno de mis posts de Facebook y me encuentro en esta página en donde expones un tema tan interesante y de actualidad, Jesús. Es un hecho que en USA se vende más que en España, la cantidad de lectores en español en Amazon Usa es mayor debido a que existen más hispanoparlantes en Estados Unidos que en toda España y la tecnología Kindle llegó antes a América (Aunque cuando un libro llega a los primeros lugares 1,2,3 en España el volúmen de ventas en brutal, entre 200 o 300 diarios, lo sé porque tengo la experiencia, pero mientras solo está en el top 100 se vende muchísimo menos que en América. Pero no es solo por ello que se comenta más en Amazon USA, o que los comentarios son menos siniestros. Es por lo que dices, hay una guerra soterrada en contra de los escritores indies, y también lo digo por experiencia.
Pero lo que me da más tristeza es que son los escritores los que sabotean a otros al no obtener los mismos resultados con sus novelas, sea porque su estrategia de ventas no funcione o que su libro sea definitivamente mediocre.
Es probable que las editoriales tengan mucho que ver con los comentarios dañinos, pero al menos en mi caso procuro revertirlos a mi favor publicándolos en Facebook, así doy pie a que mucha gente opine acerca del funesto comentario, distcuta defendiéndolo y otros critiquen la fatídica opinión. Siempre habrá algunos que deseen verificar por cuenta propia si el el libro es tan malo como dicen o si realmente es una opinión hecha de mala fe.
De lo que sí estoy segura es de que el libro digital llegó para quedarse y que las editoriales están en problemas. Cada una está pensando en la forma de captar parte del mercado digital, pero al hacerlo comprando derechos de los indies más sobresalientes, como siempre, se olvidan de lo más importante: del autor. O lo que es lo mismo "El proveedor". Se limitan a exhibirlo en sus catálogos y de lo demás que siga ocupándose el autor, pero esta vez sin ganar nada a cambio. Esto debe cambiar, pero es la parte que más tiempo tardará en hacerlo, al menos en españa, en donde todo escritor se muere por publicar bajo un sello editorial. Yo ya pasé por eso y no pienso reincidir a menos que acepten mis propias reglas como de hecho ya lo está haciendo una editorial con la que espero dar el ejemplo de cómo tratar con las editoriales sin que nadie salga perjudicado.